Mientras la mayoría de la opinión pública estaba centrada en la llegada de James Harden a los Nets, Caris LeVert, su familia y la franquicia de Indiana Pacers se enfocaban en un examen médico de alta influencia para el profesional de la NBA.
Imagen: Noah K. Murray-Usa Today News
El 13 de enero se dio uno de los traspasos más importantes de la NBA: James Harden dejaba Houston Rockets y llegaba a Brooklyn Nets, para hacer un nuevo big three junto a Kevin Durant y Kyrie Irving.
El movimiento fue a cuatro bandas, donde se vieron involucrados, además de los clubes ya mencionados, Cleveland Cavaliers e Indiana Pacers. Esta última franquicia perdía a uno de sus mejores jugadores, Victor Oladipo, quien llegaba a los Rockets, a cambió de Caris LeVert.
En los días posteriores al gran movimiento prevalecía la expectativa de presenciar el debut de Harden en los Nets, principalmente. Sin embargo, pasaban los días y aún no se producía tan anhelado escenario.
Prontamente se informó que había un problema en uno de los exámenes médicos, que podía cambiar el traspaso e —incluso— arruinar el mismo. Periodistas estadounidenses informaron que Caris LeVert tenía cáncer, los médicos detectaron un carcinoma en su riñón izquierdo. Aún así, Indiana Pacers aceptó el movimiento y asumió la ficha del jugador nacido en Columbus, Ohio.
Caris LeVert estaba promediando su mejor temporada y se perfilaba como uno de los favoritos para el premio del Sexto Mejor Hombre de la temporada. En los doce (12) compromisos disputados promediaba 27.8 minutos por partido, 18.5 puntos, 4.3 rebotes, 6.6 asistencias y un robo.
Sin duda alguna, este inicio fue suficiente para que Pacers decidiera dejar ir a uno de sus mejores hombres y apostar por Caris LeVert, un jugador más joven y con un contrato más accesible. Además de eso existía un motivo especial, más cercano. Esta franquicia había seleccionado al jugador en el Draft de 2016 en la vigésima posición, pero lo incluyó en un traspaso con los Nets.
Ahora el jugador regresa en su mejor momento, pero en una circunstancia inesperada; incluso el jugador es consciente de ello. No tenía ningún síntoma. No me había perdido ningún partido. Me sentía 100% saludable. El cambio de equipo permitió ver lo que estaba pasándole a mi cuerpo, afirmó el jugador.
Para bien del entorno del jugador y de la industria del baloncesto, Caris LeVert fue operado el 26 de enero en el Comunity Hospital North en Indiana, a través del doctor Jason Sprenger. La franquicia, por su parte, anunció que el jugador realizará una recuperación completa del cáncer y, en consecuencia, estará afuera de las canchas de forma indefinida.
De esa manera se espera con ilusión que el escolta logre hacer debut con el club por el que fue drafteado en 2016. El jugador tiene vigente un contrato de dos temporadas por un valor de 52, 5 millones de dólares.
Caris Coleman LeVert ha expresado en varias oportunidades ya el agradecimiento con la institución de Indiana, pues, de no haberse producido ese traspaso y la rigurosidad que hubo en los exámenes médicos, la enfermedad se habría desarrollado hasta el punto de ser más perjudicial para la vida del deportista.
El cambio de equipo permitió ver lo que estaba pasándole a mi cuerpo. Desde ese punto de vista, pienso que el traspaso ha podido salvarme a largo plazo.